Te imaginas mis alegrías derrochadas
junto a tu figura elevada como los pinos,
donde se escuchan los trinos,
donde los bosque se llenan de hadas,
y los colores brillan como diamantes,
y que cautivan a mí alma con tus amores,
llenos de nubes soñadoras con flores,
de ansias, de risas, con muchos instantes,
que bullen por las ramas con tu vida,
y serán esos días y, parecerán como huida,
y ni siquiera sabrían que somos amantes,
que nos pueden cubrir las mariposas,
envolver con mieles las abejas rojas,
y tú como tierra ardiente te despojas,
y yo como aguacero caigo sobre tus rosas.
Tu pasión y la mía serían como aves en el nido
más fuerte que cualquiera y henchida de amor,
más ciega que ninguna y escucharías mi clamor,
y en lo profundo del universo, el ruido
sólo se escucha con tus besos,
que me brinda tu pasión.
¿Te imaginas lo felices que seríamos?