Yo que siempre tuve una fiel convicción
Que a mí jamás, me llegaría el amor
No imagine me pudiera pasar
Fue en una noche de luna febril
Cuando entregue mi alma y mi ser
Y se aferro mi piel a su piel
Y así, me fui envolviendo en su piel
Manantial naufrague en su cuerpo
Me perdí en su mar
Y queden ancladas esas ganas de amar
Morí al clarear se esfumo y comprendí
Que si hay algo peor que morir
Eso es, estar sin ti
Si, aun conservo su esencia en mi ser
Llevo el calor, de su cuerpo en mi piel
Y el fragor de su ausencia mortal
Sí, todo el mundo debí recorrer
Intentando ese amor olvidar
Y sin saber, como poderlo lograr
MARGARITA ROSA DE FRANCISCO