Quiero revolcar los torbellinos,
de tus mares picados, a diario
las sabanas en un suspiro,
sueñan la epifania de tu perfumancia.
En una sacudida, penetra la luna adicta.
En cada sueño persisto en perseguir aroma adentro,
a la culpable de tentativa de ensogue,
ahi, aprisionadora de sentidos extrangulandolos,
en interrogatorio constante, que lenta tortura!,
ebrio con el elixir bebido por angeles que cayeron
ahogado en un mar de droga babosa, trama de terciopelo.
en las paredes que hirven petalos corridos,
mi cabeza sordomuda, ciega, tiembla zombi,
en debil sonata al final del preambulo,
introduscome en tu trance marino.
La diminuta muerte, la diminuta morgue.
pesadilla el que no kieras;
amenecer conmigo cultivando penumbras,
ahumadas en afrodisiaco lisergico mango,
vaporizando albas a fuego de carbon y parrillas
de pieles acenstrales, mutantes al derretir el extasis.
Volatil mi vista se transfigura en humo,
girantes tirabuzones flotantes,tripulan cinico anhelo,
apud a tus desvarios , apud a tu reino,
hallome ahora atado a tu masmorra de roces.
Deteriorar mi razon en tortura,
por que eres tan niña?
A cuantos mas quieres arrodillar a tu belleza.
Si a mi tu nexus me basto para saber.
Que eres la unica en mi titilante deseo.