Como el fuego
se apaga así
se evaporo
tu pasión.
Aquellos roces
fueron diciendo adiós.
Cada chispa
que caía
se (lo) apago
(y la) en su ceniza (lo espacio).
Nadie pudo notarlo
y se volvía agonía.
Era el deseo
tu desierto.
Tu amor
me quemaba
a fuego lento
y yo quería
ser tu leño.
El ardor
del fuego
se evaporo
en ceniza.
Tu amor
se quedo seco.
En tu diario
no quedó
palabra escrita.
El fuego
fue braza encendida.
Tu amor ceniza
a lo lejos de tu pecho.
Todo el derecho reservado de autor:
Francis Mota.