Niña que corres presurosa
y vas rumbo al jardín
persiguiendo mariposas
que van volando feliz.
Sé que quieres verlas
de cerquita sonreír
porque tienen el alma buena
y se parecen a ti.
Corre niña, corre,
ágil como un colibrí
antes de que el viento sople
y se las lleve de allí.
Alejandro J. Díaz Valero