Estoy sentado frente a tu mirada
sintiendo un calor frío.
Estamos sintiendo que no somos
lo que el destino nos dijo a la hora
de mirarnos.
En tus ojos reposa mi eternidad y en los
míos reposa tu amor acomplejado que se
murio de impaciencia. Somos desconocidos por
eso el recuerdo
juega con nosostros y en nosotros.
Somos el poema triste que aún
no se ha escrito porque quiere
permanecer en el coarzón oculto del amor.
No nos quisimos
por que sobreviviremos en el uno y el otro.
Si logras mi olvido
no será otra cosa que la muerte de tu pasión.
Recordaré.