I
Creí oír tu nombre
pero el viento me engañaba,
yo ya no era el hombre
que antes tú añorabas.
II
Me acerqué al puro lago
a encontrar tu cristalina cara,
más ya había solo barro
me afrentaste y no veo nada.
III
Busqué tu sol en la montaña
donde antes me abrigaba,
pero encontré una oscura luna
de mí ya no querías nada.
IV
Veía mis pies cansados
en el camino de vuelta por ti
todo lúgubre y desolado
ya no aparecerías por aquí.
V
Mis ojos eran como mares,
mi corazón como el acero
al recordar tu bello paisaje
donde quizás ya nunca viaje.
VI
Cansado estoy,
razones no tengo,
quizás tu abandonarme me ha vaciado por dentro.
Sólo quiero dormir cansado,
olvidar que todo ha terminado.
VII
Me encontré ya dormido
sin ganas de despertar,
tu amor se había ido,
no me volverías a amar.
VIII
Me inspiraste gran dolor
este día lo lloraré,
porque sólo pienso en ti
y en que siempre te amaré.
Chester Davis