Diaz Valero Alejandro José

La rana platanera (Cuento)

Cuento la historia de una rana. Era una rana como todas las demás, solo que era muy distraída. Su distracción hizo que un día se extraviara en el monte y no pudo volver al pantano.

 

Asustada y muy preocupada la triste ranita comenzó a preguntar a todos los que se cruzaban en su camino

 

-      Señora tortuga, ¿sabe usted donde queda el pantanal?

-      Hacia allá amiga, derechito sin cruzar

 

La rana siguió la dirección y no veía el pantano, por lo tanto volvió a preguntar

 

-      Amiga lombriz, sabrá por casualidad donde está el pantanal?

Y la lombricita que era medio sorda, escuchó, platanal.

 

-      Allá amiguita, en esa dirección, detrás de aquellos árboles, allí sin duda está lo que buscas.

 

Y la ranita se dirigió más tranquila, dando saltitos de alegría al pensar que pronto llegaría por fin al pantanal, cuando en realidad se dirigía al platanal.

 

Al llegar al sitio indicado la ranita vio algo extraño, no era el sitio que buscaba, pero le agradaba ese nuevo ambiente, pues al llegar encontró otra ranita, despistada como ella, que también había llegado al platanal por equivocación.

 

Allí en el platanal se sentían felices juntas, entre matas de plátanos que mansamente crecían cerca de las riberas del río, había mucha humedad, y poco sol, por eso se quedaron a vivir allí para siempre, y al cambiar sus estilos de vida cambió también su apariencia.

 

Por eso cada día cuando veamos esas ranas blancas, debemos recordar que sus antecesores eran ranitas iguales a todas y que por cuestiones de la vida se  extraviaron del pantanal y fueron a vivir al platanal; donde comenzaron una nueva vida, hasta el día de hoy.

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