*OBLIGADO*
Has llegado hoy, sin querer ni verme, percibo la sed de calmar tu suerte
refugia tu noche en lecho de obrero, pero con certeza de macho certero,
no es rico el que tiene, es rico el deseo, de citas virtuales de valor avieso
que fija la aurora de la luz de cielo entre las quimeras de amores serenos.
*SOSEGADO*
La sombra de tu hermosura se viste de albor y ardor al tenerte dama mía
entregas de baluarte, con fatigas nuestros cuerpos animadora promiscua,
voluntad de galanteos, con lasitud tolerante, cuando entregas tus caricias
abrázame sin recatos, con las manos recogidas, cuando el deseo te afana.
*REPOSADO*
Está hartado de vicios nuestro sano recorrido, desde tu pecho a mi lecho
rima el valor, marcando el calor, con el hechizo de pezones tan inhiestos,
balanceas suavemente unos ritmos de entrega encandilada en mi cuerpo
varonil afán al sabio tiento, con ese besar que sube a los calores inciertos.
*FANFARRÓN*
Notas las caricias, bebes mis deseos, frotas el delirio de ardores severos
me entregas el ser, sin pedir consejo, a nadie que sepa amar sin saberlo,
pudiendo rezar y clamar al viento, que vele mi ardor de ansia de ensueño
envuelta en la seda de bordado añejo, en lecho azulado, de tul terciopelo.
*INSOLENTE*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
13 de diciembre 2011