Un soldado entre mis noches, una guerra cada día y ese aroma de las flores que evoca tu compañía.
Un silencio entre las voces, una lagrima caída;
yo temiendo tus temores, tú acentuando mi alegría.
Un camino que recorre polo a polo la agonía; mientras nada me responde la pregunta ante la vida: ¿cuánto amor le cabe a un hombre entre el llanto y la sonrisa?...
Oh soldado, si tus noches se acordaran de mis días, yo perdida en tus amores a tu lucha me uniría.