Cuando los años pasen
tal vez no estés conmigo
y te recuerde entones
desde mi soledad,
pero tendrás presente
que siempre te he querido
y como te he amado
nadie lo hará jamás.
Y si al llegar la noche,
se me acerca una estrella,
veré en su luz tus ojos,
tu amor en su fulgor,
el sol de la mañana
parecerá tu pelo
y me volveré loca
llorando por tu amor.
¿Y si muero? ¡Qué pena!
Dirán los que se quedan,
sin embargo no saben
cuanta felicidad,
será esa mi bonanza,
la paz, en mi condena,
viajaré por el mundo,
te amaré más y más.
Te amaré muy de cerca
me enredaré en tu pelo,
beberé de tus labios,
dormiré junto a ti,
espíritu viajero,
luz en noche de sombra,
cuerpo que se desliza,
sin hacerse sentir.
Si no muero la angustia,
me hará entonces su presa,
pensaré a cada instante,
en lo que fue tu amor,
me apagaré en silencio,
luciérnaga viajera,
volaré triste y sola
llevando mi dolor.
Ojala que los años
no pasen por mi vida
que tú nunca te escapes,
que me dejes tu amor.
Ojala que esta lágrima
mañana esté perdida,
allí en tu pecho fuerte,
junto a mi corazón.