Del poeta que mato a sus letras,
Del que por vivir ha muerto,
Del que ha dejado de ver los colores de la vida,
De ese intento de suicida.
Del que en sus ojos se percibe la tristeza,
Del que se desespera por morir,
De aquel que ya no conoce sabor alguno,
Del que ha perdido todo, con su partida,
Del que llora en agonía,
Por la falta de la poesía.
De ese que le hablo es de mi propi ser
Que no logra entender
Porque la felicidad que la poesía da ya no esta
No muere porque confía en su regreso
Y todas las noches lo pide en su rezo…
Espero volver, dijo y dio la espalda…