Las palabras
Las palabras nacieron libres, sobre estelas de ensueños
sobre incógnitas palpitantes en mentes indelebles y sabias
sobre el color rojizo del extenuante mundo, colgadas en techos que recorre
la lluvia exuberante.
Poco a poco en la piel de hombre, en el amor, en la inspiración
ambulaban entre bocas sigilosas
y la mar gritando al viento advertía
el canto de la voz que despertó a la luna
la sonora hambruna de la palabra que enmudecede
y el susurro que recorren incansables, las tenues soledades.
Incluso el mundo mismo permaneció en silencio, mientras las veía nacer
con el correr de la brisa, con la lluvia entrecortada
con las sonrisas incandescentes
con aquellos ojos sumisos ante las palabras...
emergieron de la mesura y la lujuria
de la abstinencia y el castigo, y de los cuantos albores
que en el infinito zarpan al tiempo
solemne vida que desconoce el lóbrego silencio.
y desde allí de donde la razón persite y la oquedad anida
vuelven atadas al sigilo, las palabras
en la lluvia de pensamientos y en la escala de gargantas
vuelven palabras, más palabras
vuelven las bocas del recuerdo...