Ernesto Spinosa

NENA

Ráfaga de viento
inquietante mujer
sutilmente silenciosa
palpas los sentidos
continúas tu camino
no das ni un paso atrás.

Soplos de caricias
das de frente y de costado
ondeando las banderas
revolviendo los peinados
girando los molinos
electricidad produces.

Agitas a los árboles
cada vez que pasas
te llevas a sus hojas
con tu aire en movimiento
a veces aceleras
levantándote la falda.

Arrastras las miradas
que te siguen asombradas
la fuerte tormenta
la nieve que ciega
el frío que cala
cuando como ventisca atacas.

Pierdes fácil el control
la conciencia de tus actos
las emociones alteras
la calma desaparece
cuando tu cuerpo contorneas
como huracán que arrasa.

Velas desplegadas
arrastra mi barco
por los mares del pecado
llévalo a la deriva
húndelo en tus aguas
de la brújula la perdición pareces.