Antonia Ceada Acevedo

Sigo…

Es amargo el sabor

Al querer sentir lo que no se recibe”

Trate de salvar mi corazón

Intentando crecer en los espejismos

De aquella paz que no fue más que guerras.

 

Sigo cambiando sonrisas

Por lágrimas de mar

Carentes de luz.

 

Aquí sigue la fuerza, el aliento

Para entregarme a la inspiración

Que es este vivir mío…

Como sigue abierto el paso al dolor

Resignada  a beber

El veneno de tantos fracasos.

 

En este minutero sigo esperando

A aquel de mis sueños

Que, ya, se anda olvidando de mi.

 

Sigo detrás de mi ley: la verdad,

Mientras, la felicidad

Se pierde en el horizonte

Ajena a este sentido.

 

Sigo odiándome

Por los equívocos

Que desolaron mi terreno; mi camino.

 

No me perdono

Por perderme esas lunas

Que se enredan en nombres

Por los cielos pesarosos.

 

No hay rosas para mí,

Sí, espinas en mi frente

Que me procuran heridas…

Heridas en el alma mía.

 

Sigo sin ser reina de nadie

En brazos de la nada

Y se malogran mis besos

Entre amantes de la patraña.

 

Sigo escuchando la palabra  AMAR

Y me adormecen los anhelos.

 

Antonia Ceada Acevedo ©