Isaac Amenemope

Ascenso y Descenso de Las MontaƱas

Escalones de piedra cubiertos de musgo,
llevan a las nubes, que por ellos descienden.
A su encuentro he de ir, por caminos que no duermen
cargando conmigo la pequeña cantimplora de cuero concienzudo.

De quién son esos recuerdos, se parecen a las flores del invierno.
Cómo ha sido posible, completamente fuera puedo verlos.
Corro hacia ellos, corro tras polen invisible.

Lloro por morir de alegría.
En silencio el silencio aguarda a que ella irrumpa.
En soledad la soledad late la infinita melodía
quieta, más quieta que nunca.

Muero por querer, por querer solamente respirar
medusa de tierra, medusa de aire, medusa de mar.
Por ti llueve, por ti el agua flota, por ti brilla la profundidad.

Ahora que no apareces como eras, todo , todo se ha vuelto realidad.
Por cada cosa, por cada destello, por cada atisbo, hay un desigual.
Camine a donde camine, vaya a donde vaya, en ningún otro lugar te encontrarás.

Ya no se trata de lo que haga, ya no tiene que ver con hablar.
No es el pensamiento quien naufraga, la que vara es la curiosidad.
Ya no se trata de lo mismo, tiene que ver con respirar
si no es posible conseguir ritmo, qué puede uno acordar.