Son las sombras de este mundo
donde muy poco quieren entrar,
son los ecos del silencio
a quien no dejan gritar.
Escondidos en un laberinto
sellaron su salida,
sienten y aman como todos
¿Por qué han de ser diferentes sus vidas?
Solo piden aire
y en dosis se lo administran,
apenas se mantienen en pie,
y siguen viviendo, aún caminan.
Quitemos las vendas
ya es hora de mirar,
si, duele el verlo
pero pongámosle un final.