Ernesto Spinosa
CUBITO DE HIELO
Ahora pondré un cubo de hielo
en todo el centro de tu espaldapara verte retorcercomo una viscosa babositaa la que le ha caído un poco de sal. Lo deslizaré por las suavescurvas de tu dorso esculturala tu cuello al límite de tu cabezaa tus caderas al límite de tus glúteospor los flancos de tu torso hasta el abdomen. Veré como se deslíecon el calor de tu cuerpo excitadomientras baja tu temperaturaevaporándose en el actoformando nubes de agua sobre nosotros. Luego deslizaré mi lenguapor el rastro de humedad de tu pielpor las entrantes de tu cuerpo resbalarécomo un río caudaloso que desembocacon toda su fuerza en el mar.