largos y desesperados dias,
estos que me tocaron vivir,
como oleadas de nubes frias,
recorren con desden mi rostro,
y yo sigo esperando, no se si a tí
si aun ser divino, o a quien,
pero aqui estoy, hipnotizado,
como una estatua enmohecida,
deseando que seas tu la bienvenida.