Quise odiarte,
Quise maldecirte,
Quise aborrecerte,
Tan solo. . . quise olvidarte.
¿Pero cómo hacerlo?
¿Cómo hacer a un lado el pasado?
¿De qué manera puedo desaparecerlo?
Dejarte de pensar. . . eso jamás fue acordado.
Imposible fue para mí poder guardarte rencor,
Y es que. . . sería estúpido si lo hubiera hecho,
Tú siempre tan solo me diste amor,
Yo lo destruí. . . todo lo tire al suelo.
Te empeñabas en hacerme comprender,
Y siempre te negué mi atención,
Me empeñaba en decirte que no te dejaba de querer,
Pero jamás comprendí como entregarte mi corazón.
Pensé que de la manera que te amaba era la mejor,
Sin embargo, solo parecían sobras de una relación,
Malgastadas acciones sin recelo de pudor,
Piedras pesadas que caían, sofocando tu atracción.
Pero hoy me siento mejor al extrañarte,
Por fin pude comprender la manera en que debí amarte,
Sé que de nada sirve, pues ya es bastante tarde,
Pero me hace feliz saber que disfruto al recordarte.
No sé si esta sea la mejor manera de superar la ruptura,
Pero créeme que ya no me afano en estar triste,
Lo sabes, aún te amo, extraño tu ‘calor’. . . aferrarme a tu cintura,
Pero es mejor dejarte ser feliz. . . dejarte libre.
Confió en que algún me puedas perdonar,
Que entiendas el grado de inmadurez que tenía,
Todo lo que te hice, ya no lo puedo borrar,
Sí lo sé, era un ‘ogro’ pero yo no ‘me veía’
Cada que te escribo un correo,
Cada que mi alma me pide escribirte un poema,
No hay manera de ocultar mis sentimientos,
No puedo salir corriendo, no puedo quitarme esta pena.
Pero he aprendido a vivir con ello,
A ser feliz, si tu eres feliz. . . sin mí,
Tus fotos traen luz a mi vida, son un destello,
En tus prendas, tú aroma ‘inerte’ me hace recordar. . . lo que viví.