MIRIAM RINCON U.

UNA EXTRAÑA DAMA( Amor solidario).

UNA EXTRAÑA DAMA

 

Un día pasando por una plazuela, vi una bella dama

sentada en la acera, me sentí extrañada pues todo

su aspecto nada me decía que mendiga era.

 

Ante ella paraban unos transeúntes dejando monedas,

queriendo ayudarla. Ella las tomaba y al cielo lanzaba,

con gran desparpajo como si jugara. Mas cuando veía

 pasar a un mendigo, presta lo llamaba y esas monedas

 riendo  le entregaba.

 

Pensé… será cuerda o acaso está loca. Al llegar la tarde

la hermosa señora fue hasta la calle, la seguí curiosa…

subió a un automóvil perdiéndose rauda, entre tantos

autos. ¡Me quedé intrigada!

Pero al otro día desde muy temprano, me aposté en la

Plaza lejos de la dama.

Igual desempeño tuvo ese día, la dulce señora de la fina

estampa.

 

Pero por la tarde cambié mi estrategia. Marchando de

prisa donde mi auto estaba, la vi que bajaba a trote

ligero las escalinatas.

Arrancando ella, atrás yo arrancaba hasta que llegamos

a exclusiva zona, con inmensas casas.

El portón se abrió y vi como entraba, pasmada quedé

sin tener siquiera ni mínima idea, qué motivo había o

qué la impulsaba, a pedir limosna, si la regalaba…

 

 

RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR:

MIRIAM RINCÓN URDANETA.