Paso fugaz, camino cortado
mar que se ahoga en un golpe de ola.
Día que se oscurece
un roce que pasa brusco,
Oh! realidad que acabas en sueño eterno.
Conocida eres, sí,
paseo por tu morada en todo momento.
Virgen infinita
te advierto seguir mis pasos,
clamar mi nombre, intentar abrazarme.
Te veo en el negro brillo de las lágrimas que derramo,
te siento al cerrar mis ojos y,
te encumbro en una eternidad inevitable.
Pero me acongoja tu cara.
Eres el fín de una etapa ojalá se alejara,
un sacrificio no deseado requerido a la fuerza.
Alumbrado fulgor de luz que quiero no me cegue,
libro eterno que no deseo iniciar.
Oh! realidad que acabas en sueño eterno.
Chester Davis