Del Caos...
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Carteles volarán.
Dentro tu nombre,
-Volará-
hasta llegar
al cielo siempre azul.
...Tu nombre se ahogará.
Siempre tu nombre perecerá,
seguido de un punto final[---]
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El código de barras
llueve en tu espalda.
-Lloviendo-
Cuando dices,
sin decir al silencio:
-Llueves sintiendo-
el pseudónimo,
hablando sin sueños.
...Clavando el código en tu cuerpo[...]
Al absurdo...
Tal vez, no hay corazones
fumados por el tiempo.
Quizás, no existe corazón
que degollé al reloj
para vencer sobre el miedo
torpe en tu interior.
Quizás, no hay latido rebosante
en la plenitud del mensaje.
Bostezado tu piel,
esencia de panfletos,
-Resaltados-
(en negrita)
Donde, no cae silencio
que grite más fuerte
en tu vena reseca
por el estúpido sentimiento.
Quizás, no existes cartel,
con tu nombre de siempre.
Tu nombre de nacimiento
cuando jamás naciste.
Siendo pretexto del amor,
cláusula del interior...
Ya eres papel mojado.
-agonizando-
Tu huella digital
apretando el polvo
de la suciedad
apresada en tu espalda:
Eclipsada con el foco,
apedreado de nubes...
Allá arriba
donde aves cogen
el viento
sobre sus papelillos
fumados por el unísono.
Proyecto sin condimento.
¡Sí vas! a trapear un cartel,
usa un afiche estropeado
por el consuelo de perderte.
Cuando sientas
cabellos arrancar
al viento asesino;
hurtando pulmones
y también esos corazones:
-tuyo y mío-
...Cartel sin nombre.
...Afiche en tu boca,
contenido en mis manos,
proyecto embaucado
por tu gesto plausible
en mi torpe
altruista invitación
al cielo vomitado.
-de satélites-
Pablo Tzara.