Cuantas cabezas robóticas en este valle,
Mirando detenidamente la misma imagen,
Presa de lobos y de diarias rutinas
Pacen follaje como corderos hambrientos.
Sin total discernimiento, conviven sus días,
Cual si estuvieran en modo automático,
Suspenden sus instintos y viven en una mentira.
Están condenados a seguir el rebaño
Con la frente gacha y mirada sumisa.
Esconden su psique en fantásticas máscaras
Pues temen ser grotesco y chusco
Pero manifiestan enfermedad, depresión y suicidio.
No vivamos más esta mentira
Somos un espectro único
Vivamos la realidad fuera de esta película
Dejemos el escenario para penetrar en este torrente de vida
Que nos da el universo
Hagamos el ridículo y salgamos de nuestro prejuicio
Porque somos una conciencia que evoluciona.