Hoy el deseo de hundirme en tus cenizas estremece mi cuerpo, el solo recordar nuestro oscuro pasado hace que mi alma retroceda en el tiempo, sentir tus manos recorrer mi ser, vislumbrar nuestra sangre entremezclarse, el dolor provocado por tus colmillos en mi cuello, el éxtasis de tu saliva en mis venas, tu rostro en la penumbra, el aroma en la habitación, tu lengua en mi boca…
Quiero tenerte como cada noche en mis pesadillas, quiero seducir el reflejo de tu mirada en la luna, déjame permanecer a tus pies, no ves que soy tuya, vuelve de la tumba mi amado, vuelve a unirte a mí como hacía ya tanto tiempo. El bosque solitario no es lo mismo sin el cazador.
Emerge de la sangre que brota de mi sacrificio, que cada gota ofrecida te de vida.
Que cada sueño arda en la hoguera que has dejado, que sin ti esta eternidad se hace vacía, nula y finita, dame a probar nuevamente el elixir de tus labios.
Te has materializado en la noche, he seguido tus pasos, eme aquí amor de las penumbras, tanto tiempo, tantas noches deambulando por los senderos infinitos y hoy por fin has emergido de la tierra, somos dos demonios unidos por el amor y separados por la muerte.
Tómame entre tus brazos y protégeme de la luz, que solo pido un último beso antes de que vuelvas a ser polvo.