Un ave salió, procurando sustento
para sus hambrientos pichones;
iba diligente buscando alimento
como es sabido, por sobradas razones.
Sus alas azotadas por el viento
sufría tantas complicaciones
pero el ave seguía sin miramientos
sin cambiar el rumbo de sus acciones.
El avecilla sin vacilar ni un momento
ante la dificultad de hallar provisiones
supo enfrentar los contratiempos
arriesgando su vida en ocasiones.
Por eso al final del cuento
les dejo aquí mis conclusiones
pues al llegar al nido tan contento
entregó su comida a los pichones.
Y éstos, ignorando los eventos
esperaban ansiosos y glotones
preparándose para futuros tiempos
cuando tengan ellos sus pichones.
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