Maestro, enseñar es tu misión,
bienestar en las futuras generaciones
es tu visión,
visión y misión de reflexión
que fragua tus decisiones.
Maestro de fértiles ideales
que con osadía siembra conocimiento,
al maestro que forja niños ejemplares;
al maestro cimiento de pilares
que labora con razonamiento.
Maestro de semblante feliz en magnitud
la sangre fluye por tus venas;
la enseñanza es tu mayor virtud,
vocación es tu prodigio desde la juventud
y tu labor trazada en ideales y metas.
Al Maestro, que trabaja en la lejanía,
tu labor incansable y fecunda
se traduce en gallardía pragmática
de un carisma, sinónimo de alegría
y un arte de emoción que abunda.
Maestro que clama en la vida,
maestro, consejero de la niñez,
maestro, poeta de la verdad sabida,
estandarte de la tenacidad querida
y arquitecto que trabaja con delicadez.
Maestro con espíritu de niño,
amigo de la verdad y la humildad,
transmite siempre con cariño,
ama siempre al niño
que busca en ti una identidad.
Maestro, siembra siempre amistad,
cosecha siempre gratitud,
camina tu sendero de felicidad,
plasma una huella imborrable en la realidad
y prende una luz de esperanza y rectitud.
Toma la mano del niño que te quiere;
del niño que deposita en ti su confianza;
del niño que te imita y requiere,
del niño que te tiene en su mente
con un semblante de esperanza.
Maestro, arquitecto de nuevas generaciones;
al maestro que enseña sin egoísmo;
al maestro que transmite sus lecciones;
al maestro que cumple sus misiones;
felicidades por tu altruismo.