¿Pobre yo?
¡No señor!
tengo riquezas
de valores incalculables
que Dios me dio
al darme vida.
Me dio dos tesoros de oro y brillantes
Mis padres y mi familia
Donde aprendí
Cosas sencillas pero esenciales
para la vida.
Saber amar y respetar
Considerar a los más débiles
Saber luchar para cambiar
Lo que al mundo le hace mal.
Me dio el don de la sonrisa
De la alegría y las tristezas
Para saber que soy sensible.
Otra riqueza, la de las lágrimas
Con las que lavo el alma
De sufrimientos.
Me dio la Fe en lo que creo
Me dio el amor
para sentirlo y compartirlo
para recibir de él lo más bello
que hace vibrar todas mis fibras.
Me dio los hijos que son mi dicha
Y mi regocijo.
Los nietos mis estrellitas
Para las noches de tristes penas.
Me dio las penas y
Los consuelos para saber que soy
Un ser humano agradecido.
Gracias mi Dios me has dado tanto,
Por eso digo:
¿Pobre yo? ¡No señor!