“El silencio debe reinar,
Tal dicta la racionalidad,
Firme proteger para no ensuciar,
A pesar de la risa, de la realidad.”
Y si el camino recorrido no fuera un largo peregrinar,
Desierto de desconocidos misterios y oscuridad,
Sólo un liberador paseo hacia el horizonte sobre el mar,
Donde el cielo es infinito y se pierde en la inmensidad;
Entonces sí,… Sí se atraerían distantes planetas,
Con brillo de estrella fugaz en deliciosos momentos, nada más.
Y si tu inteligente mirada desprendiera calor,
Tus manos ansias de piel sobre tu piel,
Tu cuerpo no emitiera la melodía del cantautor,
Y tu boca, equilibrada prudencia con sabor a hiel;
Entonces sí,… Sí sonaría la sinfonía del autor,
Que liba su verso sin deseo de liberarse de él.
Y si pudieras, con un sencillo parpadeo
de esos, tus claros y soñadores ojos,
aplicar la sinrazón de tu razón,
e izar velas a favor de vientos encantados;
Entonces sí,... Sí te perderías en desbocada pasión,
yegua con corazón y ardorosa atracción.
MARTA DORESTE