En cierto momento de nuestra vida nos encontramos en esta encrucijada.
Sospechamo s algo. Nuestra intuición nos dice que un hecho no es tal cual suponemos. O nos vienen con un cuento sobre tal o cual persona que nos hace dudar. Llegado este punto, ¿quieres enfrentar las cosas tal cual son? ¿O es mejor hacer oídos sordos, dejar las cosas como están y seguir adelante, sin cambios aparentes en nuestras actividades y en nuestra rutina diaria?
Mirar hacia otro lado es postergar el hallar una solución a un conflicto…
Es albergar dudas innecesarias, un sabor amargo y hasta resentimientos por hechos que pueden no ser reales (¡vaya pérdida de tiempo y de energía!).
Es subestimarnos al imaginar que no podemos lidiar con lo que la vida nos presenta.
Es desperdiciar la oportunidad de demostrar todas nuestras capacidades y nuestra evolución personal, para hallar caminos hacia la resolución de los problemas.