José ha iniciado muy temprano sus labores en la carpintería.
María va con el Niño al mercado para comprar algunas cosas que hacen falta
en la despensa. Hay tanto que ver; pero tan poco qué comprar.
Con una sola moneda es muy poco lo que se puede adquirir.
Además, ¡todo ha subido de precio en los últimos días!... Sin embargo,
María, con tan poco dinero ha podido comprar estrictamente lo necesario para
subsistir una semana.
"Ah, aún nos falta una botella de miel para
endulzar la leche del desayuno"... ¿Me fía usted una botella
de miel
ya que el dinero se me ha agotado?"
-Con mucho gusto, María... Es más, tómala como prueba, ya
que es una miel que me ha traído por vez primera un vendedor de Magdala y, si
te gusta, pues la próxima semana me la compras...
¡Espero que a José también le guste!.
-Gracias, es Usted tan amable!".
María regresa a casa. Pero, ¡Ha olvidado comprar algo!...
!Las hermosas rosas rojas que tanto le gustan !...
Habían tantas rosas lindas en el mercado; pero, calculando tanto para hacer rendir el dinero, no le alcanzó para comprarlas...
Además, el asunto de la miel
la distrajo y, sin dinero, es preferible dejar las rosas para la
próxima semana... Sí, !para la próxima semana!!!!....