Como pálpito de oquedad
O tal vez
La algarabía del sonido en
ebriedad
Si no es de revés
Que tus palabras desconsuelan
Quererte al fin
Es desear que tus espinas no me
duelan
Y sentirme como un triste serafín
Que callada hieres menos
Estruendo mudo del que me enamoro
Que por ti alejo los ojos ajenos
Sentirte como hielo y si no demoro
Abrazarte como el fuego
Hasta consumirnos sin algún ruego.