No quiero aprenderte los gustos
Ni por piedad, ni por amor, ni por ti.
solo quiero remendarme en tus retazos
y ser el rostro de tu cielo raso,
cada vez que te tumbas a dormir.
No quiero condescender tus palabras,
ni por piedad, ni por gustos, ni por mi.
Solo quiero ser aleación en tus pliegues
y ser la planta que riegues
cada vez que mutilen un bosque.
No quiero reírme de tus fechorías,
ni por piedad, ni por hipócrita, ni por ambos.
Solo quiero ser la sombra de tus rincones
y el tabique salado de los malecones
cada vez que pienso en ti.
No quiero que finjas que me sientes,
ni por gustos, ni palabras, ni fechorías.
Quiero ser solo la marea de tu temperamento
y la caricia que resbala en tu cuerpo,
cada vez que contigo soy solo yo.
Blas Roa