Cierro los ojos,
me duermo y oscurece.
En ese instante veo tu mirada,
que resplandece.
Hoy vamos a una fiesta,
vestimos de gala.
Ayer estuvimos desnudos,
pues te tuve en mi cama.
No tiene limites
este juego de la mente.
Cierro los ojos y sueño,
para poder tenerte.
Sueños que salen
de lo profundo de la conciencia,
ahí puedo ser tu reina
y tambien tu plebeya.
Y antes de despertar
me propondrás otra cita,
a la cual no faltare.
Pues para ti
quedare otra vez dormida.