gammon

Unos ojos

Con la asombrosa voluptuosidad del fuego he soñado 
tus ojos nobles.
He soñado tus ojos y su topografía crepuscular.
Tus ojos con su fauna intacta y sus ríos internos.
Tus ojos donde el viento desviste mareas.
Tus ojos de fogata encendida por un niño.
Tus ojos y sus paisajes sublimes, pero inaccesibles.
Tus ojos con sus incesantes pasadizos y su indudable
astronomía.
Tus ojos donde descubro una oculta, pero certera
arquitectura.
Tus ojos de río de lava trepando una colina de agua.
Tus ojos y su muerte lejana, pero irrevocable.
Tus ojos con sus grietas y su tonalidad caoba.
Tus ojos de acuario con peces violetas y tristes.
Tus ojos y su erosión propia, pero distante.
Tus ojos con sus ruinas olvidadas y sus melodías eternas.
Tus ojos donde nace la noche verdadera.
Tus ojos de espejo en donde se refleja una batalla,
su sangre y su destino.
Tus ojos y sus constelaciones visibles, pero indiferentes.
Tus ojos con sus montes y sus fatigas.
Tus ojos donde un Dios se sienta y piensa vagamente
en algo.
Tus ojos de luna atravesada por un enjambre de mariposas.
Tus ojos y su temporalidad fiel, pero incontrolable.
Tus ojos con sus abismos inexplorados y sus sueños estáticos.
Tus ojos donde habita esa clave que prolonga la infinita
variación del universo. 
Tus ojos de pradera en donde corren caballos sin jinetes.

A veces me pregunto si habrá sido un sueño,
si tus ojos han sido un lúcido y perpetuo sueño.