Mi música es tuya...
al igual que el deseo
presente en mi cuerpo
y en mi respiración.
Cada nota una flor
cada frase un intento...
de encontrar en tu alma...
mi motivo y razón.
Sí...
mi música es tuya
y tú el pentagrama
donde ubico mis ganas...
y eres la melodía
que acompaña las blancas
las redondas y negras
en balada que crece
y se envuelve en el viento...
de un sonido trece.
Sí...mi música es tuya...
y también mi guitarra
y en el diario vivir
la rasgueo con pasión
para celebrar en ella...
ser el dueño...
de tu corazón.
Le acaricio las cuerdas
cuando toco tu cuerpo
y moldeo tus orillas...
dibujando siluetas
con mi verso y pasión
y en el momento más álgido
llega la melodía...
y se crea la canción.