Tu cuerpo fino, a contra luz esbelto se erguía,
esa que traspasaba el velo que toda te envolvía,
arropando tu sombra a la claridad,
tu esbelta figura, tu belleza y serenidad.
Nuestra vida se parece tanto a un cuento,
es tan hermosa, eres mi princesa yo soy tu caballero,
siempre nuestro día tiene un final feliz, como si soñáramos despiertos,
no hacen falta hadas, nuestro amor hace la magia.
Empeñándome siempre en comprender, alma mía,
todo lo maravillosa, lo especial que eres como mujer,
todo el amor que me das, todo ese cariño, toda esa poesía,
todo ese amor que me enamora, que hace que te ame más cada día, que no te deje de querer.
Nuestro amor y nuestros sentimientos sobre todo pueden triunfar,
todo lo que hacemos inevitablemente es soñar,
nuestra vida es un cuento que lo llevamos a la realidad,
una poesía que realizamos cada mañana, cada noche al amar.
Esa estrella es igual a todas, a ésta y a aquella,
pero ninguna se compara a ti, ninguna igual de bella,
alma mía, la vida es tan fascinante con tu amor,
una fuente de caricias, fuente de inmensa pasión.
Nuestras almas hundidas en embelesos,
escuchando de tu voz palabras hermosas,
calladas en momentos al darnos besos,
inmensas como las olas que hay en el mar.
“Un amor lleno de vida de pasión sin muerte, como lluvia torrencial de primavera, abundante, con besos siempre a la espera, amor, luz llena de tu belleza al tenerte, en ese momento que en tus ojos mis besos se perdieron en tu inmensidad, en la belleza de tu sonrisa, en tu maravillosa esencia azul como el mar, en tu dulzura inmensa con la que no me dejas de amar.”