marco augusto

Mis desoladas letras al viento

Tres años llevo

embutido en las letras,

rompiendo barreras,

haciéndome visible

aún detrás de mis

 prosas poéticas.

He comido del buen pan,

servido

 en la mejor de las mesas.

Hemos sido tres,

la computadora,

mi silla

y mis tristes letras.

He sido un hombre

sincero de corazón,

que se siente solo

y que lanza sus desoladas

 letras,

al viento.