Mi niña se fué una tarde
dejando gran desconsuelo.
Con alitas transparentes
voló despacito al cielo.
En una nube plateada
la esperaba un angel bello
la tomó de las manitos
y la acompaño es su vuelo.
Llegaron sin mucha prisa
guiados por una luz
donde esperaba tranquilo
y sonriendo el buen Jesús.
Los ángeles en el cielo
todos bailaban contentos
porque ya estaba con ellos
nuestra querida Loreto.
Que linda se debe ver
con su carita sonríente
su chasquillita a los ojos
sus alitas transparentes.
(-Para Loreto Ottegui Tapia fallecida a los 6 años de edad)