Freddy Duque

Posdata

Si algún día decides volver,

y sientes miedo al cruzar la puerta,

porque talvés precises

que no te espero,

y un viento de recuerdo

te roce al pasar,

suave, tibio, como un beso;

no te detengas;

es mi cuerpo.

 

Si al entrar a la casa,

al mirar las caras felices,

no encuentras la mía;

no te sorprendas;

quizá la halles

entre las tristes; sigue adelante.

 

Y si al preguntar por mí,

no te dan respuesta

los que visten de negro,

y a cambio de palabras,

mi madre te entrega un diario

donde se alojan mis penas,

y te dice que te amé

pero no pude esperarte,

y sus ojos se rinden

ante la tristeza;

no vayas a desfallecer; sigue con tus pasos.

 

Y si al llegar a mi aposento,

triste, desgraciado,

en mi cama desolada,

encuentras marchita

una flor que tenía para tí,

y reclinada en mi lecho

la bañas con tus lágrimas

repitiendo en silencio

sólo un te amo…

volveré con el viento,

de luto,

a rozar tus cabellos.