Se fugo el poeta
al aire, al agua
en su bolsa, una cruceta
donde la luna fragua.
El poeta con sus letras
en los bolsillos besos rotos
va derramando ausencias
va recogiéndolo todo.
Huye trovador sediento
a donde la noche te habla
abrázate al tiempo
Y haz con tu lira una balsa.
No hay tierra en su suerte
ni tratados de escuelas
solo un niño en la muerte
Y un ejercicio de secuelas.
Perdido camina; sin abrigo
Y en su corazón la historia.
Adiós ,hasta pronto amigo.
Bienvenido al planeta de mi memoria.
Antonia Ceada Acevedo ©