El sol está enamorado
de la luna con bellos fulgores,
y a todos ha informado
de sus serias intenciones.
Quiere arreglar compromiso
para así hacer la visita
y llevar un noviazgo bonito
con la luna redondita.
En la sala de la casa
sentados en el sofá,
la luna y el sol se abrazan
como novios de verdad.
Con un compromiso nupcial
se han jurado un amor santo;
y celebran su noviazgo satelital
entre galaxias y astros.
Alejandro J. Díaz Valero