Un deseo tengo en mi mente,
es un delirio que me acompaña,
una sonrisa que brota ermitaña,
por tu presencia de estrella pudiente,
de cabello negro y reluciente,
con ojos brillantes de color de luna,
y quisiera que nuestras figuras fueran una.
Así de fácil quisiera la vida,
que no surgiera arrogante,
y que la magia cumpliera
con los sueños que llevo por dentro,
y siempre adelante.
¿Te das cuenta?
Las andanzas de nuestros amores,
irían corriendo hacia las flores,
sedientos de amor,
con hambre de ardor,
y juntos en un rincón de primor,
haríamos de esos momentos
algo más que una dulce ilusión.
Y los sueños serían nuestros mundos,
recorrerían montañas y valles
ríos y mares y juntos hasta en las calles,
haríamos descendencia de amor en los nidos.