Soy un humilde soplo de vida
buscando un porque,
siempre mirando al cielo
descubriendo a cada paso,
que el que más ama, mas sufre.
Enamorado de la naturaleza
y queriendo como mascota a un tigre,
tener un delfín en mi bañera,
deseando las alas de un halcón
para remontarme feliz al cielo
y dejarme llevar por la brisa caliente
sin temor al dolor por un amor.
Imploro a Dios en las noches calladas
que me traiga la buena brisa marina
para refrescar mi tosca soledad.
Soy relámpago silencioso,
que brilla sin luz,
que cae del cielo
y mueren en la playa
entre algas y nostalgia.
Escucho en la noche fría
los pasos apresurados
del abandono
y se secan mis rosas,
porque el amor no las regó.
Soy amigo de sol,
del viento, las aves y el dolor,
y voy charlando
en silencio,
con mis arrugas
por estos caminos del señor.
He visto secarse mi vida
y como me arrinconan los años
en su sofá sin nombre
y de nuevo miro al cielo,
buscando repuestas,
que sólo las sabe Dios.