Como hormigas que van al hormiguero…
Los viajeros persiguen su camino,
evadiendo con su andar ligero,
el obstáculo que atrasa su destino.
Como hormigas recorriendo un sendero…
En autómata andar de peregrino,
trata el hombre de lograr primero,
un éxito mayor que el del vecino.
Como hormigas brotando del agüero…
La ambición, fluyendo en un latido,
compitiendo contra su compañero,
enterrando en el camino lo vivido.
Como hormigas marchando al hormiguero…
Por un sueño, corre a alcanzar un mito,
desbandada tras éxito y dinero,
consumismo voraz marcando hito.
Equilibrio social del hormiguero…
En el hombre brilla su individualismo,
sociedad del disfrute pasajero,
crudo y cruel, reina el materialismo.
La colonia regenera el hormiguero…
El humano se extermina a sí mismo,
desarrollo intelectual perecedero,
la consciencia se ahoga en egoísmo.
La existencia asegura el hormiguero…
Mas el hombre vive en fútil espejismo,
entregándose al disfrute placentero,
sin amor… desenfrenado canibalismo…