Mirar el silencio en tu mirada fría y distante.
Buscar en esa canción, qué nos unía una palabra de amor
Esas que tus labios ya no pronuncian.
Murió el amor, ése que parecía inagotable.
Se apago esa luz de tus ojos y dieron paso a la oscuridad
de no ver que todavía te amo.
Te miro desde mis recuerdos, los que guarde.
Para no sentir el vacio de lo inexistente,
Creer que el amor será eterno, es soñar
Con elevarse al cielo y creer ver a dios.
Y donde quedan esas palabras dichas, esos besos dados
Y esas caricias sembradas en tu cuerpo.
Mi piel ya envejecida por el tiempo y el cansancio
De buscar en cada rincón, algo que me diga
Que existo, que soy alguien.
Pero ya no queda tiempo, ni más ilusiones
Y mi corazón nunca más sentirá el amor,
porqué como el
tuyo a muerto.
Tanto esperar que me dijeras cuanto me amabas.
Esperanzas, qué como yo se quedaron sumidas en recuerdos
En rincones, inventados..
Presos de la amargura del olvido, del tiempo.
De no saber marcharse y dejar que tu te quedes
en tus eternos silencios
Ya queda poco para marchar, la muerte se avecina
despacito
para no asustarnos.
Yo partiré primero y tu ni cuenta te darás.
Porque hace mucho que no me vez.
Y de mis ojos nace una lagrima de despedida.
Por ese amor que existió, y hoy ya nada queda,
Solo tu fría mirada y mi eterna pena.