Lamentos marchitos
en un camino polvoriento
aun quedan rosas que pronto brotaran
las sembre cuando te fuiste
pensando en que volvieras,
hoy veo tu sombra gris asomarse
en el confín
traes mullidas las esperanzas,
no temas aun te amo
no deje de amarte
ni aun cuando el mundo
se caí en pedazos
aun cuando deje de existir
me seguí levantando
por ti,
por el deseo de verte venir.
Sueños rotos acá los estoy armando
quedan cartas amarillentas
con letras mojadas
desteñidas por las lágrimas
un día derrame esencia de mi alma
por tu adiós,
hoy vuelves
sin deseo, sin nada de aliento para vivir,
pero te recibo
cual abrigo de amor
para cobijar ese frío corazón
que el invierno acabo.
Aquí están mis brazos,
aquí esta mi amor,
aqui esta lo que siempre fue tuyo
mi humilde corazón.