Percibe el ojo que las manos hablan
y ve el oído que la boca ofrece
al corazón, que sin decir palabra,
tiembla de angustia porque crece y crece.
Ansía el cuerpo que le digan algo
-¡soy todo labio!- grita, piel adentro
el alma arruga (bandoneón de tango)
contiene el aire por no darle un beso.
¿Dónde te fuiste amor que extrañé tanto
esta presencia que me nubla el modo?
de aquella cita solo cambié el llanto
por ésta risa que lo espera todo.