"No hay poeta que te evoque mejor/ que el que habla de tu luz y de tu sombra./ Se refiere a ti si habla de amor/ y si habla de pecar también te nombra".
No sé bien qué tal tendrás tu puntería
pero es muy fácil saber cuál es tu blanco,
de tu inteligencia en verdad no dudaría
pero debo decirte y en esto soy sincero,
que es obvio que te importa más el dinero
que ella y su madre tienen en el banco.
Imagino que a ella le dirás cosas tiernas,
cosas que quiere oír de ella, de su belleza;
a su madre le pedirás que abra las piernas,
pues para esta señora tan carente de honor,
a veces los piropos o las palabras de amor
son cosas de un ayer que ya no le interesa.
Eres admirable, te da tiempo para las dos
y hoy haces de la conquista tu mejor arte;
perdona el sacrilegio, te me pareces a Dios,
haciendo milagros para poder estar con ellas,
a una quizá se lo hagas bajo las estrellas
y a la otra... se lo harás en cualquier parte.
¿Cómo haces cuando una a la otra visita?
¿Dónde ocultas la cara para que no te vean?
A la señora imagino que la llamas suegrita
y a ella en la intimidad ¿cómo la llamarás?
Y sobre todo ¿qué nueva mentira les dirás
logrando que increíblemente, ambas te crean?
Esos escotes atrevidos que suele usar tu suegra
son muy fuertes, ni siquiera su hija así los usa.
A tu esposa le gusta mucho la ropa íntima negra,
a mí muchísimo me atraía ¿a ti logrará atraerte?
¿O te excita más disfrutar del pecado y la suerte
de la cual por cierto, sabes que esa señora abusa?
Por ahí de un embarazo también me contaron
y me hicieron pensar al aclararme unos puntos.
Es que al parecer desde que ustedes se casaron
tienen muy escondida una tremenda realidad.
Ella se niega a compartir contigo su intimidad
y aunque lo calles, no están durmiendo juntos.
Así que de ese hijo ¿que podrías hoy decirme?
Tendrías que alegar algo que no deje una duda.
Si te preguntara ahora tendrías que mentirme,
pero claro, has sido un mentiroso toda tu vida.
Te voy a sugerir que aproveches de verla vestida,
pues algo me dice que nunca la verás desnuda.