Lucero Moscoso

ASPIRACIONES NAVIDEÑAS



Para esta navidad el año que termina y el que está por comenzar, te deseo que hayas amado y que amando, hayas sido inmensamente gratificado. Que no guardes rencor para aquellos que no te amaron como debían. Que hayas sido breve en perdonar agravios de palabras, gestos, olvidos, indiferencias e ingratitudes. 

Te deseo que tengas más cálidos, valientes, fieles, constantes y cercanos amigos para las horas tristes y para las alegres. Y que sí tuviste enemigos, de ellos hayas aprendido quizás a ser más justo, certero y tolerante.

Te deseo además que todos tus días hayan sido útiles y tus noches reparadoras. Que a cada momento hayas podido dar lo mejor de ti y recibir lo relevante. Que te hayas mantenido en pie ante la adversidad, que hayas aceptado lo irremediable de la vida, pero por sobre todo hayas valorado lo insustituible.

Te deseo que hayas sido humilde para honra de tus triunfos, altivo ante el desdén de la derrota, obstinado ante el revés de los obstáculos y perseverante con el empeño por los nobles propósitos. 

Te deseo que hayas heredado fecunda sabiduría de tus equívocos, la necesaria fortaleza para tus caídas, afable templanza para tus tristezas, prudente espíritu para tus arrojos y ávida diligencia para la caridad y la justicia.

Pero ante todo te deseo que hayas crecido más en tu humanidad al descubrir seres más oprimidos que esperan de ti: una mirada, una sonrisa, una palabra, un abrazo, una dádiva sincera, una muestra de afecto y de esperanza. 

Para esta navidad el año que termina y el que está por comenzar, muchas son las ilusiones, pero la más linda surge de un noble deseo en nuestro corazón para que todos vayan a dormir la noche de navidad y las que están por venir, con la benefactora bendición de una vida llena de amor, fraternidad y abundancia.


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